En la composición tipográfica se
imprimía aquello que estaba en relieve, mientras que donde
hubiera que dejar un blanco, se ponían barras de metal sin
relieve para que no fueran entintados por el rodillo. Si estas barras
de metal estaban un poco elevadas, quedaban manchadas por el rodillo y
dejaban “blancos levantados” en las pruebas.
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